Viernes Santo.

Hoy es la pasión y muerte del Señor, todo enmudece.
La Cruz es anticipo de lo que nos espera. Impresiona la confianza de Jesús, su obediencia, su humildad.
Miramos a la Cruz y, en la cruz vemos el amor sublime que Dios nos tiene. En la Cruz, Dios nos hace comprender la radicalidad de su amor. Adoremos la Cruz, rezaremos en silencio, comulgaremos y... contemplaremos el amor clavado.
Otra vez nos encontramos el templo abarrotado de fieles, esta vez, nos acompaña también el padre Alejandro y nuestro paisano y sacerdote d.Juan, que ayuda a la Eucaristía.

Momento en el que las mujeres revisten el altar mayor.

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