El Mes de María Inmaculada.

Qué decirle a la Virgen, cómo poder alabar en pocas palabras a nuestra virgen bella. Ella que es el crepúsculo de cada amanecer, que es la Reina de nuestro pueblo, todo apelativo es poco para adorarla. Todo el tiempo del mundo no sería suficiente para describirla, solo nos queda pedirle que nos escuche y nos deje alabarla cada día. Quizá este mes de Mayo nos pueda servir para acercarnos más a nuestra Madre, para realizar nuestras plegarias, para pedirle que sea el camino de luz entre las sombras de nuestra vida, para que nos llene de esperanza, amor y fe. Para pedirle esto y miles de cosas más que albergan en el corazón que cada herenciano y que solo Ella sabe cuál es nuestro consuelo y nuestra esperanza.

Cada día de Mayo, la Virgen nos espera con anhelo a los pies de la Torre de Herencia, nos espera en su preciosa capilla, para que le contemos y confiemos en ella, para que podamos decirle: Madre oyéme, ayúdame.

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