Claudio Herrera, seminarista, que nos ha acompañado durante el curso, y especialmente en el pasado mes de julio, se despidió del pueblo de Herencia el pasado domingo. Ya, en la misa Dominical agradeció la acogida que ha recibido y la ayuda que le han prestado los enfermos que ha visitado y a los pobres que ha acogido en Cáritas. En sus palabras dijo que, en muchas ocasiones, pensamos que los más empobrecidos no tienen nada que enseñar, y en cambio pueden ser los mejores maestros que podemos tener, también destacó que ha sido un placer para él compartir este Año Mariano con Herencia.Claudio recibirá el orden sagrado del diaconado el próximo 4 de septiembre. El mes de agosto lo dedicará a hacer los ejercicios espirituales necesarios para la ordenación y para pasar unos días con su familia.
Su paso por nuestra Parroquia le ha servido para acercarse a la liturgia de los sacramentos, a los papeles de la secretaría y a la realidad de los enfermos y los pobres. De hecho, Claudio pasó su tiempo en la convivencia con los sacerdotes, en la atención a los más empobrecidos que vienen a Cáritas, a la visita de los ancianos, enfermos e impedidos a los que les llevó la comunión. También ayudaba en las celebraciones de la Parroquia, en las eucaristías y en las procesiones. Le pudimos ver rociando, con el agua bendita, a los vehículos que acompañaban a San Cristóbal y en la procesión de Santiago y Santa Ana.También le hemos podido escuchar, durante todo el curso, en el programa de radio parroquial que le despidió con mucho cariño, y le agradece su presencia y ayuda durante todo este tiempo. Que el Señor le bendiga y le acompañe en su futura misión
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