
Herencia se recubría de carteles que sin vergüenza alguna pregonaban ese amor que Herencia siente por su madre, siente por su Inmaculada. Esos carteles que son expresión de una fe, de una creencia, de una evidencia, de nuestra Madre Concebida sin pecado.
Como todo lo bueno acaba, también estos históricos carteles fueron descolgados, pero todavía existen carteles que pueden ser mucho más visibles y dar mucho más testimonio, cada cristiano debería ser un cartel extrovertido, que anuncie su fe sin cohibiciones, sin tapujos, que cuelgue en lo más alto de su ser ese: "Haced lo que Él os diga".
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